Yo, Paula, una chica normal, pelo moreno, ojos marrones y bajita, salgo del cuarto de mi hermana Carla dejandola con sus problemas de matemáticas.
Voy al servicio, está cerrado, ahora que tengo que entrar tiene que estar ocupado, es que no tengo más mala suerte porque no entreno, seguro que está María.
-María sal de ahí ya que tengo que entrar- le grito a mi hermana.
-Pues hubiéras entrado antes, ahora te esperas que he quedado con Raúl.
-Venga ya que no puedo más, abre la puerta.
-Joe con la niña esta que pesada, anda entra que ya he terminado- me grita saliendo del servicio.
Entro en el servicio, y me pongo a pensar en lo que la envidio, ella tiene novio, lo que daría yo por tener un novio como Raúl... ojala mi vida fuera como la de María, aunque eso nunca va a pasar.
Salgo del baño y me encuentro a mamá.
-Paula, hoy vas a salir?- me preguntó mi madre.
-No, porque?
-Por nada, pero deberías salir, siempre estas aquí en casa encerrada, porque no sales con tus amigas a dar una vuelta?
-Es que están ocupadas- mentira, pero no le quiero decir que no me apetece porque si no me obliga.
-Bueno vale, pero haber si la próxima vez sales más, que estás todo el día en casa.
-Vale mama- le dije y le di un beso en la mejilla.
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